Howard Gardner definió la Teoría de las Inteligencias Múltiples en el año 1982. Gardner llegó a la conclusión de que la inteligencia no es algo innato y fijo que domina todas las destrezas y habilidades de resolución de problemas que posee el ser humano, ha establecido que la inteligencia está localizada en diferentes áreas del cerebro, interconectadas entre sí y que pueden también trabajar en forma individual, teniendo la propiedad de desarrollarse ampliamente si encuentran un ambiente que ofrezca las condiciones necesarias para ello.
Howard Gardner define la inteligencia como la capacidad de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas.
Esta concepción es muy importante por dos razones:

La brillantez académica no lo es todo a la hora de desenvolvernos en la vida. Cada uno puede ser inteligente pero desde un tipo distinto de inteligencia. Einstein no es más inteligente que Michael Jordan, por ejemplo, sino que sus inteligencias pertenecen a campos diferentes.
La inteligencia no es algo innato e inamovible, si no que se puede desarrollar a lo largo de la vida.

“La brillantez académica no lo es todo a la hora de desenvolvernos en la vida”

Por ello la escuela requiere de otras estrategias educativas. No se pueden tener en cuenta únicamente las matemáticas y la lengua, que tradicionalmente han sido las materias que han servido para predecir el éxito escolar y catalogar la inteligencia de los alumnos.
Las implicaciones educativas son enormes porque el alumno dotado para las matemáticas es inteligente mientras que, por ejemplo, el dotado para la música también lo es. Por ello es imprescindible obtener información sobre cómo aprende el alumno y cuáles son sus fortalezas e intereses para así poder utilizar todos los recursos pedagógicos disponibles. El maestro deja de ser un transmisor de conocimientos y se convierte en un guía que acompaña el proceso de aprendizaje real del alumno permitiéndole adquirir las competencias requeridas en pleno siglo XXI. Richard Gerver lo explica muy bien, “la educación formal, clásica, basada en superar exámenes, no crea personas creativas e innovadoras preparadas para el futuro que les tocará vivir en el siglo XXII, sino personas que se acostumbran a ser gestionadas (a que les digan qué tienen que aprender y cómo lo tienen que aprender). La educación clásica provoca que muchas personas sean fracasadas porque esperan ser gestionadas” (Gerver, 2012). Descubrir el talento de cada niño, generar entornos adecuados que optimicen el aprendizaje a través de sus intereses y fomentar su autonomía constituyen la esencia del nuevo paradigma educativo. La creatividad y la voluntad que requiere esta transformación también se aprenden.

Según Gardner todos los seres humanos poseemos todas las inteligencias, pero no hay dos personas con los mismos perfiles de inteligencia. Esto hace evidente que aprendemos de formas distintas, y tendremos unas habilidades concretas. Por ello, los métodos que utilicemos en el aula deben tener en cuenta:

La personalización del aprendizaje. Debemos ofrecer distintas formas de aprender y permitir que cada uno demuestre su aprendizaje de la manera con la que se exprese mejor.
La pluralización de los aprendizajes. Debemos diversificar nuestra manera de enseñar para que todos los alumnos tengan las mismas posibilidades de alcanzar los aprendizajes.

¿Cuáles son las Inteligencias múltiples?

Después de realizar numerosos estudios sobre esta materia, Gardner definió su teoría de las inteligencias múltiples de la que se extraen estos 8 tipos de inteligencias:

Lingüística-verbal: destaca por la capacidad para la comprensión del orden y el significado de las palabras. Son buenos escritores, políticos, etc., como por ejemplo Shakespeare.
Lógico-Matemática: se caracteriza por la capacidad para identificar modelos, calcular, formular y verificar hipótesis. Son buenos investigando, como por ejemplo Einstein.
Musical: consiste en la capacidad para escuchar, cantar, componer y tocar instrumentos. Son músicos y compositores destacados como Pau Casals.
Espacial: destaca por la facilidad para presentar ideas visualmente, crear imágenes o mapas mentales y dibujar. Son pintores, diseñadores, arquitectos, fotógrafos, como por ejemplo Pablo Picasso.
Corporal-cenestésica: se caracteriza por la capacidad para realizar actividades que requieren fuerza, rapidez, flexibilidad, coordinación óculo-manual y equilibrio. Son bailarines, atletas, artesanos como por ejemplo Cristiano Ronaldo.
Interpersonal: Tienen especial habilidad para trabajar con gente, ayudar a las personas a identificar y superar problemas. Son buenos líderes, comerciales, psicólogos, abogados, como por ejemplo Pep Guardiola.
Intrapersonal: destaca por la capacidad para plantearse retos, evaluar habilidades y debilidades personales, gestionar las emociones y el pensamiento de uno mismo, como por ejemplo Dalai Lama.
Naturalista: son competentes para explorar y percibir las relaciones que existen entre varias especies, grupos o colectivos. Son buenos excursionistas, biólogos, veterinarios, etc., como por ejemplo Charles Darwin.

Pero ¿cómo podemos detectar las inteligencias de cada alumno? Simplemente ofreciéndoles una variedad de posibilidades y observar qué elige, como interactúa, que prioridades tiene. Existen muchos modelos de tests de inteligencias múltiples que se pueden pasar a nuestros alumnos, dependiendo de la edad. Pero habrá que tener muy en cuenta la observación en el aula para poder detectar los tipos de inteligencia en los que destacan.

Para implementar la Teoría de las Inteligencias Múltiples y el aprendizaje por competencias en el aula debemos cambiar el punto de vista desde el que vemos la práctica educativa habitual. Al ser teorías vinculadas con el aprender haciendo, el trabajo por proyectos y la personalización del aprendizaje, el trabajo colaborativo así como el desarrollo de las propias capacidades y la creatividad, no pueden ser enseñadas de una forma tradicional.

Para poner esta teoría en práctica en el aula debemos tener en cuenta unos aspectos fundamentales de partida:

Cada persona posee al menos siete inteligencias.
La mayoría de las personas puede desarrollar cada inteligencia hasta un nivel adecuado de competencia.
Las inteligencias, por lo general, trabajan juntas de maneras complejas.
Hay muchas maneras de ser inteligentes dentro de cada categoría. Hay niños que no tienen las destrezas necesarias para superar un currículo que destaca la importancia de la lectura, la escritura, las matemáticas... Sin embargo, es posible que tengan cualidades destacadas en otras áreas o en tareas intelectuales valiosas en el mundo del trabajo.

Algunas ideas que nos pueden ayudar a llevarlo a cabo en nuestras aulas:

Organiza tu clase en rincones o distintos espacios, preparando diferentes propuestas o actividades en cada uno de ellos. De esta manera se puede tener el rincón de lectura, de escritura, de dramatización, de experimentos, de arte, etc. Las posibilidades son infinitas.
Prepara cada tema, cada actividad, desde distintos puntos de vista. No uses siempre un método expositivo porque de esa forma solo llegas a los alumnos que tienen más desarrollada una inteligencia en concreto con la que
Escucha a los alumnos, deja que propongan. Te puedes sorprender de las cosas que pueden surgir y que no se te han ocurrido.
Aprovecha las motivaciones y fortalezas de tus alumnos. Si tienes un alumno que aprovecha cualquier ocasión para hacer un dibujo, tómalo como una oportunidad. Pídele que cree un cómic, por ejemplo, con los contenidos de lo que se está trabajando.
Potencia el trabajo en grupo y el cooperativo. Trabajando en equipo se permite que cada uno encuentre su sitio y la forma que mejor puede aportar al grupo.
Nunca dejes de aprender, abre tu mente a nuevos métodos e ideas.

Teoría De Las Inteligencias Múltiples De Howard Gardner from Mayra Fumerton